en frente del espejo y las tenías que imitar sin que te corrigieran. Así que decidí dejar de apuntarme a clases y aprender por mi cuenta viendo vídeos.
Un día, navegando por internet vi fotos y actuaciones de Helena y decidí apuntarme para probar, aunque sin mucha esperanza. Pero cuál fue mi sorpresa cuando llegué a sus clases y vi todo lo contrario. Estiraban concienzudamente, explicaba pasos, los insertaba en coreografías y te corregía. Además, me hizo sentirme como si llevase en ese grupo toda la vida. Siempre con una sonrisa y muy amable. Pero mi estancia en Granada acababa al mes, así que lo tuve que dejar.
Dos años más tarde, volví a esta bella ciudad mora y no me lo pensé dos veces. Fui al estudio Odalisca a apuntarme, necesitaba seguir aprendiendo y sentía que de ella iba a sacar más que de nadie. Y no me equivoqué.
Lo mejor de todo no es que haya evolucionado como bailarina de danza del vientre con ella, sino que he ganado una amiga que es todo corazón.
Muchas gracias, Helena, por todo. No te deseo suerte porque creo que la suerte se crea y tú lo has hecho de sobra. Ánimo, mucho ánimo. Sabes que me tienes aquí para lo que necesites. GRACIAS.
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