29 de julio de 2009

¡Qué poderío!

Un concierto impresionante el que dio ayer Bruce Springsteen, ya sé por qué le llaman el Boss.
A sus 59 años, se tiró tres horas seguidas cantando y dando botes sin parar. ¡Qué máquina!
No me sabía casi ninguna canción, pero me lo pasé muy bien. En el estadio había gente a rebosar, más de 30.000 personas. El espectáculo dio comienzo con el acordeón de Nils Lofgren interpretando "Sevilla tiene un color especial" y ahí empezó el show.
El único fallo fue la temperatura, que no acompañaba. Incluso el propio cantante se aquejó de ella en varias ocasiones e incluso cantó partes de canciones abanicándose. De hecho, casi al final, hizo como si le daba una lipotimia y un hombre le traía una máscara de oxígeno.
Para mí, mereció la pena. Bueno, me equivoqué (cómo no) con lo de José Mercé porque, evidentemente, no apareció en escena. Por lo visto, sólo iba al concierto a verlo como uno más.
Desde aquí recomiendo a todo el mundo que vayan a ver un concierto de el Boss.

No hay comentarios:

Publicar un comentario