Ayer asistí a la inauguración de la XVI Bienal de flamenco en la Plaza de Toros de la Maestranza. Allí, aforo completo, calor sofocante y una voz que anunciaba: "Señoras y señores, comienza el concierto inaugural".
Miguel Poveda es un artista de los pies a la cabeza. No solo tiene una voz preciosa que sabe modular de una manera increíble, sino que también tiene presencia escénica; es gracioso, con arte y sabe transmitir muchísimo con poco.
En general la actuación estuvo muy bien, sobre todo las canciones que hacía con la Orquesta Joven de Andalucía, tenían un halo de misterio y majestuosidad que me sobrecogieron. También me gustó mucho el fandango que cantó con una mujer que tenía una voz bastante dulce. Y ya lo que más me animó fue los tanguillos de Cádiz que se marcó, aunque hizo un guiño a Sevilla (para que no se le moleste nadie, jeje). Sin embargo, me pareció demasiado largo el espectáculo (2 horas y media) y mucha morralla. Entre canción y canción de Miguel, cantaban otros artistas, bailaban coreografías "rompedoras"... No sé, todo eso me sobró. Pero bueno, que él es un genio muy versátil. Le recomiendo a todo el mundo que vayan a verlo en directo.
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