Ayer, 21 de noviembre, estuve en Cádiz, en la Sala Anfiteatro donde Raqs Al Hilal organizaban el proyecto Salamandra 2009 de danza del vientre. La verdad es que me llevé una grata sorpresa. La organizadora, Isabel Mebarak, es muy amable y atenta, todas me trataron genial. Además, el espectáculo que protagonizaron para la despedida con trozos de canciones muy conocidas me encantó, fue divertidísimo y con mucha clase. 
Lo que más me impresionó fue el alto nivel de la gran mayoría de las bailarinas y el buen ambiente que había en el backstage, me hicieron sentir muy agusto y eso que hasta ese momento no conocía a nadie. Bailaron muchas artistas con estilos y fusiones diferentes. Los números que más me gustaron fueron los de Neferet, bailarina sevillana y, por lo poquito que la conocí, muy buena persona.
Lo que más me impresionó fue el alto nivel de la gran mayoría de las bailarinas y el buen ambiente que había en el backstage, me hicieron sentir muy agusto y eso que hasta ese momento no conocía a nadie. Bailaron muchas artistas con estilos y fusiones diferentes. Los números que más me gustaron fueron los de Neferet, bailarina sevillana y, por lo poquito que la conocí, muy buena persona.
Hydrus, un grupo de tribal que venía de Barcelona. No solo bailaban bien, sino que toda su actuación fue un espectáculo, era como si contasen una historia. El juego de luces, música y vestuario fue genial.
También bailó una chica de Sevilla, Hala, componente de Aljaradanza, que hizo un número con fuegos impresionante, menudo valor...
La que más me gustó de todas se llama Naima Bakkali, es marroquí pero vive en Chiclana y desde que subió al escenario no pude dejar de mirarla. Muy elegante, estilosa y, por supuesto, con una sonrisa y complicidad que no dejaba a nadie indiferente.
También hubo fusión oriental con baile africano (qué dominio del cuerpo), baile con velas, tribal, bollywood, etc etc. vamos que en Cádiz hay un arte que no se puede aguantar, jeje.
Y ¿qué decir del público? Pues que fue uno de los mejores, por no decir el mejor. Un público entregado, animado, aplaudiendo cada vez que hacías algo difícil o bonito... qué bien.
Yo hice mi especialidad, fusión flamenco-oriental y una de las coreografías de la compañía a la que pertenezco y que está dirigida por Helena Rull, la compañía granadina de danza oriental Hayati.
Y, por los aplausos y comentarios que me hacían al bailar, creo que gusté bastante. Espero poder volver más veces a Cádiz a bailar porque me lo pasé muy bien. Muchas gracias, Isabel y gracias a todas, chicas, por ser tan simpáticas y bailar tan bien.
